Noticias de Navarra – Derechos humanos, apuesta decidida

«Seguimos hablando de derechos pero sin reconocer los deberes que los derechos del otro nos exigen; adoramos los derechos que tenemos como personas individuales pero seguimos cuestionando los derechos que tenemos como colectivos, los derechos que tenemos como sociedades, basados en principios tan simples como la solidaridad, la igualdad, la libertad;»

«Un año más, y ya van 72, se escriben ríos de tinta sobre los derechos humanos y la relevancia de la Declaración Universal de Derechos Humanos del año 1948. La única declaración dentro de la jerarquía normativa del derecho internacional sobre la que existe consenso que genera obligaciones jurídicas a los estados. Y una declaración no tan universal como se vendió en su momento y que ha tenido que ser matizada y mejorada en infinidad de ocasiones a través de nuevas declaraciones y, sobre todo, con nuevos tratados internacionales que nos demuestran la evolución constante de los derechos humanos y el reconocimiento de algunos que anteriormente no se han querido reconocer.

Evolución que nos recuerda, en contra de las teorías conservadoras inmovilistas, que los derechos humanos responden a las exigencias sociales que en cada momento histórico nos permiten vivir con esa dignidad humana que proviene del derecho natural y que está en la razón de ser y en la base de cualquier reivindicación social. Mucho más en el momento histórico que nos toca vivir con la sucesión de crisis que estamos viviendo en este siglo XXI (sanitaria, educativa, social, laboral, económica), agudizadas, todas, por la crisis mundial de la covid-19, que ha logrado tambalear hasta los cimientos más profundos del Partenón moderno erigido en torno a la Carta de San Francisco de 1945 y el multilateralismo de la ONU.»

Extracto del artículo firmado para la sección digital de tribunas de opinión del diario Noticias de Navarra por Adriana Ciriza y Mikel Berraondo, CEO y socio de AKUAIPA Transformation respectivamente, especialistas en derechos humanos.

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El País – El SOS de las mujeres indígenas

«Las mujeres indígenas son, actualmente, las personas que mayor poder de incidencia tienen en el traslado de mensajes sobre la prevención de la propagación de la pandemia dentro de sus comunidades.»

«Hay quienes señalan que la igualdad de las mujeres en los sistemas de organización interna de muchos pueblos indígenas era bastante más desarrollada que en aquellos que actualmente se promueven en otras sociedades progresistas y modernas. Antes de la colonización en América y otros continentes, el desarrollo de civilizaciones complementarias formaba parte de la cultura y riqueza de los pueblos originarios en los que dicha mezcla era la respuesta natural a la necesidad de sobrevivir.

El problema, quizá, surgió más tarde, cuando la occidentalización no aprobó estos sistemas donde las mujeres tenían un rol más protagónico que alcanzaba diversos ámbitos políticos y sociales, dada la dominación de la cultura de la sumisión y del patriarcado. Así, arrasaron con todo lo que se encontraron en los procesos de colonización genocida. Destruir el papel de la mujer y acabar con cualquier tendencia de lo que hoy apuntamos como feminista fue una de las grandes prioridades de colonos y misioneros, como apuntaba la ONG Survival International en uno de sus trabajos, Heroínas Indígenas, el pasado día Internacional de la Mujer.»

Extracto del artículo firmado para la sección Planeta Futuro en la versión digital del diario El País por Adriana Ciriza y Mikel Berraondo, CEO y socio de AKUAIPA Transformation respectivamente, especialistas en derechos humanos.

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El País – ¿El Armagedón de los pueblos indígenas?

«Lo máximo que han hecho países como Colombia o Perú ha sido decretar la prohibición de entrar en territorios indígenas a cualquier persona que no pertenezca a ellos, lo cual no está mal, aunque es innecesario o tardío»

«Estos días comienzan a resonar palabras casi olvidadas, o, mejor dicho, palabras que evocan pasados dolorosos y que, en este presente, de nuevo, vuelven a escucharse. Líderes y lideresas indígenas de Latinomérica reclaman a golpe de tuits y comunicados una intervención real de los Estados ante la amenaza de la pandemia, apelando a la protección de sus derechos, el derecho a la vida, en un desesperado intento para que su olvido no se traduzca en un genocidio. Sí, genocidio. Esta es una de las palabras que se puede leer y escuchar en sus intervenciones diarias desde hace semanas, ante la impasividad de los estados y agencias.

Haciendo un repaso general por los artículos, escritos y tuits sobre las experiencias que están sucediendo en relación con los pueblos indígenas y el impacto de la covid-19, parece indudable que existen dos hechos evidentes: por un lado, las visiones más críticas sobre la gestión de los gobiernos y que insisten en reivindicar el ejercicio de derechos y, por otro, aquellos enfoques paternalistas que centran todas las soluciones en la ayuda nacional e internacional que debería llegar.«

Extracto del artículo firmado para la sección Planeta Futuro en la versión digital del diario El País por Adriana Ciriza y Mikel Berraondo, CEO y socio de AKUAIPA Transformation respectivamente, especialistas en derechos humanos.

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El País – 5.000 megavatios en territorio wayuu

«Hay quienes reciben con los brazos abiertos a las empresas, quienes quieren paralizarlo y los que apuestan por el desarrollo pero de manera controlada»

«Cuatro de la mañana en una ranchería, en algún lugar de la zona norte extrema de la Alta Guajira entre Taroa y Nazareth. El putchipu (palabrero) Odilon Montiel saluda para hacer saber a las autoridades tradicionales que ya ha soñado, y que ha sido reconfortante. Es el momento y la hora en la que los wayuu —pueblo originario de la península de la Guajira, sobre el mar Caribe, que habita principalmente en un territorio entre Colombia y Venezuela— comparten sus sueños, interpretan sus mensajes y toman las decisiones que pueden marcar el devenir de sus familias o clanes. Es el momento solemne de la palabra en mayúsculas, la que no necesita más que ser pronunciada para convertirse en compromiso inquebrantable.

En ese instante el putchipu comparte con las autoridades tradicionales la situación que se avecina sobre la Alta Guajira, ese lugar al que ni siquiera José Arcadio Buendía llegó en sus 100 años de soledad; ese lugar al que únicamente se llega atravesando pistas de arena que solo los habitantes conocen; ese lugar santuario de todas las deidades de este pueblo nativo; ese lugar donde se encuentran los cementerios en los que se deben realizar tres enterramientos de cada cuerpo si se quiere que las almas vayan al Je’pira, el espacio sacro de las almas wayuu. En pleno 2020, este lugar funciona al ritmo que marcan los dioses y en donde la palabra y el respeto a las normas culturales se convierten en una cuestión de honor.»

Extracto del artículo firmado para la sección Planeta Futuro en la versión digital del diario El País por Adriana Ciriza y Mikel Berraondo, CEO y socio de AKUAIPA Transformation respectivamente, especialistas en derechos humanos.

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