El País – El SOS de las mujeres indígenas

«Las mujeres indígenas son, actualmente, las personas que mayor poder de incidencia tienen en el traslado de mensajes sobre la prevención de la propagación de la pandemia dentro de sus comunidades.»

«Hay quienes señalan que la igualdad de las mujeres en los sistemas de organización interna de muchos pueblos indígenas era bastante más desarrollada que en aquellos que actualmente se promueven en otras sociedades progresistas y modernas. Antes de la colonización en América y otros continentes, el desarrollo de civilizaciones complementarias formaba parte de la cultura y riqueza de los pueblos originarios en los que dicha mezcla era la respuesta natural a la necesidad de sobrevivir.

El problema, quizá, surgió más tarde, cuando la occidentalización no aprobó estos sistemas donde las mujeres tenían un rol más protagónico que alcanzaba diversos ámbitos políticos y sociales, dada la dominación de la cultura de la sumisión y del patriarcado. Así, arrasaron con todo lo que se encontraron en los procesos de colonización genocida. Destruir el papel de la mujer y acabar con cualquier tendencia de lo que hoy apuntamos como feminista fue una de las grandes prioridades de colonos y misioneros, como apuntaba la ONG Survival International en uno de sus trabajos, Heroínas Indígenas, el pasado día Internacional de la Mujer.»

Extracto del artículo firmado para la sección Planeta Futuro en la versión digital del diario El País por Adriana Ciriza y Mikel Berraondo, CEO y socio de AKUAIPA Transformation respectivamente, especialistas en derechos humanos.

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El País – ¿El Armagedón de los pueblos indígenas?

«Lo máximo que han hecho países como Colombia o Perú ha sido decretar la prohibición de entrar en territorios indígenas a cualquier persona que no pertenezca a ellos, lo cual no está mal, aunque es innecesario o tardío»

«Estos días comienzan a resonar palabras casi olvidadas, o, mejor dicho, palabras que evocan pasados dolorosos y que, en este presente, de nuevo, vuelven a escucharse. Líderes y lideresas indígenas de Latinomérica reclaman a golpe de tuits y comunicados una intervención real de los Estados ante la amenaza de la pandemia, apelando a la protección de sus derechos, el derecho a la vida, en un desesperado intento para que su olvido no se traduzca en un genocidio. Sí, genocidio. Esta es una de las palabras que se puede leer y escuchar en sus intervenciones diarias desde hace semanas, ante la impasividad de los estados y agencias.

Haciendo un repaso general por los artículos, escritos y tuits sobre las experiencias que están sucediendo en relación con los pueblos indígenas y el impacto de la covid-19, parece indudable que existen dos hechos evidentes: por un lado, las visiones más críticas sobre la gestión de los gobiernos y que insisten en reivindicar el ejercicio de derechos y, por otro, aquellos enfoques paternalistas que centran todas las soluciones en la ayuda nacional e internacional que debería llegar.«

Extracto del artículo firmado para la sección Planeta Futuro en la versión digital del diario El País por Adriana Ciriza y Mikel Berraondo, CEO y socio de AKUAIPA Transformation respectivamente, especialistas en derechos humanos.

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El País – 5.000 megavatios en territorio wayuu

«Hay quienes reciben con los brazos abiertos a las empresas, quienes quieren paralizarlo y los que apuestan por el desarrollo pero de manera controlada»

«Cuatro de la mañana en una ranchería, en algún lugar de la zona norte extrema de la Alta Guajira entre Taroa y Nazareth. El putchipu (palabrero) Odilon Montiel saluda para hacer saber a las autoridades tradicionales que ya ha soñado, y que ha sido reconfortante. Es el momento y la hora en la que los wayuu —pueblo originario de la península de la Guajira, sobre el mar Caribe, que habita principalmente en un territorio entre Colombia y Venezuela— comparten sus sueños, interpretan sus mensajes y toman las decisiones que pueden marcar el devenir de sus familias o clanes. Es el momento solemne de la palabra en mayúsculas, la que no necesita más que ser pronunciada para convertirse en compromiso inquebrantable.

En ese instante el putchipu comparte con las autoridades tradicionales la situación que se avecina sobre la Alta Guajira, ese lugar al que ni siquiera José Arcadio Buendía llegó en sus 100 años de soledad; ese lugar al que únicamente se llega atravesando pistas de arena que solo los habitantes conocen; ese lugar santuario de todas las deidades de este pueblo nativo; ese lugar donde se encuentran los cementerios en los que se deben realizar tres enterramientos de cada cuerpo si se quiere que las almas vayan al Je’pira, el espacio sacro de las almas wayuu. En pleno 2020, este lugar funciona al ritmo que marcan los dioses y en donde la palabra y el respeto a las normas culturales se convierten en una cuestión de honor.»

Extracto del artículo firmado para la sección Planeta Futuro en la versión digital del diario El País por Adriana Ciriza y Mikel Berraondo, CEO y socio de AKUAIPA Transformation respectivamente, especialistas en derechos humanos.

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El País – Cuando el respeto de los derechos humanos deja de ser un debate de salón

«Se habla mucho en debates académicos o de expertos sobre cómo deberían actuar las empresas, pero se practica poco en el devenir diario de estas.»

«El pasado mayo, el presidente de la República de Namibia, Hage Geingob, declaraba el país bajo emergencia debido a los últimos fenómenos climáticos. Actualmente, el Estado africano sufre una dura sequía que azota a toda su extensión, incluyendo la región de Omusati. En esta zona, situada al norte y fronteriza con Angola, se trabaja hoy día en un proyecto de desarrollo económico conformado por varios actores con perfiles muy variados. Por un lado se encuentra la comunidad, las autoridades tradicionales y las autoridades locales, y por otro una empresa y una agencia de cooperación internacional para el desarrollo. Concretamente entre Oshifo y Ruacana se ubica el proyecto en el que nuestra empresa, Zabala Innovation Consulting, ha podido trabajar en el ámbito de los derechos humanos.

El ya famoso principio 17 de los principios rectores sobre empresas y derechos humanos de Naciones Unidas, centrado en promover determinados estándares de calidad, la llamada debida diligencia empresarial, establece uno de los grandes retos del sector: respetar los derechos humanos en el ejercicio de su actividad y convertirse en actores sociales que promueven el respeto de los mismos. El proceso de transformación, lejos de parecer sencillo, encierra un reto tan relevante como es el cambiar la mentalidad de todos los actores respecto al papel de las empresas en la promoción y respeto de los derechos humanos y cómo se implican en el logro de la gran agenda internacional de la cooperación: los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Especialmente el relativo al número 17, sobre las alianzas entre distintas entidades de diversa naturaleza como ONG, comunidad, empresas privadas, gobiernos, etc.»

Extracto del artículo firmado para la sección Planeta Futuro en la versión digital del diario El País por Adriana Ciriza y Mikel Berraondo, CEO y socio de AKUAIPA Transformation respectivamente, especialistas en derechos humanos.

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